Beat Anton Ruttimann, este es el verdadero nombre del protagonista de nuestro siguiente post, conocido por muchos como el "puentero invisible". Más conocido como "Toni el suizo", nació el 21 de agosto de 1967 en Pontresina,Engadin (Suiza), de ahí su apodo. Realizó el bachillerato en el Lyceum Alpinum en Zuoz.
Toni el Suizo, en uno de sus más de 600 puentes construidos |
Por ahora todo normal sino fuera porque en 1987 tomó una decisión que le cambiaría la vida y la de más de 1.600.000 personas, especialmente en América Latina y Asia. Fue entonces cuando este joven suizo eligió su rumbo: hacer puentes para los pobres.
Tras presenciar por televisión el fuerte terremoto provocado por el volcán Reventador que tuvo lugar en Ecuador, la misma noche que termina el bachillerato, decide juntar todo su dinero y viajar a este país para ayudar a los damnificados del terremoto, a pesar de la negativa de sus padres. Su propósito inicial era permanecer en este país hasta comenzar la universidad, es decir 3 o 4 meses.
Cuando llegó a la zona, vio lo que era no tener puentes, la dificultad que existía para pasar de un lado a otro sin atravesar el río. Fue entonces cuando tuvo la gran suerte de encontrar en la zona, totalmente destruida, con un ingeniero holandés que le ayudó en las cuestiones técnicas. Con sus ahorros y la ayuda de la gente construyeron su primer puente, lo que llevó cerca de cinco meses.
Tras levantar así su primer puente, regresó a Suiza para estudiar ingeniería civil en la ETH Zurich, pero seis semanas después abandonaría la carrera para dedicarse a la construcción de puentes peatonales para pobres.
Toni Rutimann en lo alto de uno de sus puentes |
En 2001 , Toni golpeó la puerta de Tenaris, la respuesta no se hizo esperar y se tradujo en un primer donativo que permitió levantar 28 puentes en los estados costeros de México. Desde entonces las empresas Tenaris y Ternium contribuyen con este impactante proyecto, que implica un enorme esfuerzo logístico para que los tubos y chapas lleguen a destino, pero son los que le da resistencia y durabilidad a los puentes. Además también utiliza el cable de acero donado de los teleférico suizos.
Este año se cumplen 25 años de labor ininterrumpida de Toni en las comunidades que más necesitan tejer redes y conexiones para acceder, muchas veces, a los servicios básicos. Sus puentes son utilizados por miles de personas todos los días y están presentes en distintos rincones del planeta: Argentina, Ecuador, Honduras, Camboya o Vietnan son sólo algunos.Actualmente, ya son más de 600 los puentes construidos en América Latina y Asia para más de 1.700.000 personas. Hoy Toni continúa su obra en Indonesía, Myanmar y Ecuador.
Puentes y personas servidas por Toni Ruttimann |
Sin embargo a Toni le cuesta autodefinirse: "Parece no haber una palabra para describirnos: no somos una ONG, ni un grupo empresario, político o religioso. No tenemos oficinas, ni bandera o cuenta de Facebook. Sin embargo las amistades y los puentes se conectan como una mítica unión a través de esta odisea"
Hoy en día Toni Ruttimann no tiene casa, sino que lleva todo lo que necesita en dos bolsas pequeñas. Una con sus objetos personales y la otra con todo lo necesario para construir pasarelas peatonales colgantes.
Si queréis tener mayor información sobre el tema os dejamos el siguiente enlace , que surge de la idea y diseño original del Suizo Toni Ruttiman. Está técnica y metodología constructiva es aplicada en Colombia sin fines lucrativos.
Además os dejamos con una entrevista realizada en Febrero de 2002 en el pueblo de Entabladero en el estado de Veracruz a Toni el Suizo para la BBC Mundo, en la que explica porqué construir un puente es un acto de libertad.
!!STAY HUNGRY, STAY FOOLISH!!
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