En esta nueva entrada de nuestro ingrenovable blog vamos a adentrarnos en le imperio Inca, concretamente en el vasto legado de caminos que estos nos dejaron .
Antes de la llegada de los españoles a América, los Incas crearon un gran imperio conectado por más de 25.000 km de caminos. Hoy en día los países andinos, y en concreto Perú, tienen un ambicioso plan para recuperar ese patrimonio vial.
Tramo del proyecto Qhapaq Ñam
Este proyecto denominadoQhapaq Ñan , Camino Real en Quechua, se trata de una iniciativa del Gobierno peruano cuya ambición es exhumar la antigua red vial de los Incas. Este camino real que atravesaba el Imperio Inca (Tahuantinsuyu), dividido en aquella época en cuatro grandes regiones –Chinchaysuyu, Cuntisuyu, Collasuyu y Antisuyu–, y que actualmente se adentraría en seis países: Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Un entramado de caminos de más de 23.000 kilómetros, según cálculos del arqueólogo estadounidense John Hyslop en 1992, aunque hallazgos recientes lo estiman en mucho más: solo en Perú, unos 25.000 kilómetros de vías. Varios tramos ya han sido restaurados. El trabajo conjunto de los seis países propició en junio de 2014 el reconocimiento de algunos tramos como patrimonio de la humanidad por la Unesco: 5.200 kilómetros (1.200 de ellos en Perú).
En Cuzco y concretamente en la plaza de Armas se encuentra el punto kilométrico cero del Qhapaq Ñan, desde la cual partían las cuatro rutas principales en dirección a las cuatro grandes provincias (suyus). Conocer estas rutas nos permite entender el grado de avance de este imperio.
Plaza de Armas en Cuzco, Punto kilométrico 0 de la Qhapaq Ñan
Este proyecto financiado con un tercio de los ingresos generados por el Machu Pichu, aproximadamente 8 millones de euros, permite que hasta seis tramos del Camino Real sean declarados patrimonio cultural inmaterial de la Unesco. A continuación se describen algunos de los tramos de Qhapaq Ñan: Tramo Vilcashuamán-Pisco Inició la ejecución de sus actividades en el año 2014 con la finalidad de la puesta en uso social de esta impresionante ruta del Camino Inca.
Tramo Vilcashuamán-Pisco
Este camino tiene más de 260 km de largo y recorre varios pisos ecológicos y comunidades andinas, yendo desde una altura de 3800 msnm hasta 340 msnm.Este tramo tiene además un valor histórico importante ya que durante la primera década de conquista española, el tramo Vilcashuamán–Pisco fue intensamente utilizado por las tropas indígenas y realistas que estaban enfrentadas por los levantamientos realizados por las órdenes de Manco Inca en contra del dominio hispano.
Tramo Huánuco Pampa-Huamachuco El Tramo Huánuco Pampa – Huamachuco forma parte de la ruta principal de la sierra del Perú. El trazo inicia en Huánuco Pampa, uno de los principales centros administrativos inca del Chinchaysuyu. Luego recorre por territorios de las actuales regiones de Huánuco, Ancash y La Libertad, culminando en la ciudad de Huamachuco pasando por altitudes que van desde los 2 300 hasta los 4 500 msnm. En su trayecto recorre un total de 334.20 km donde se han registrado hasta el momento 104 sitios arqueológicos, 67 de los cuales son de época inca.
Tramo Huánuco Pampa-Huamachuco
Tramo Xauxa – Pachacamac Este tramo del Qhapaq Ñan se ubica entre los departamentos de Junín y Lima, atravesando la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes, recorriendo una extensión de 223 km. Inicia en lo que fue uno de los principales centros administrativos Inca de Hatun Xauxa en la sierra central, ascendiendo hasta los 4800 m.s.n.m. cercano al nevado Pariacaca, y finaliza en el santuario costero de Pachacamac hacia los 50 m.s.n.m., siendo uno de sus principales usos la movilización de la población hacia estos santuarios considerados como dos de los más importantes del Chinchaysuyu, por ello eran motivo de peregrinación y definían los extremos de un vasto espacio sacralizado que era articulado por el Camino Inca que recorre las cuencas de los ríos Lurín, Mala, Cañete y Mantaro.
Tramo Xauxa- Pachacamac
El puente Q’eswachaka Sin duda la "joya de la corona" de esta red vial es el Q’eswachaka,el último puente de cuerda inca del mundo. Según creencias de la comunidad inca sus divinidades les empujan a deshacerla y rehacerla una vez al año bajo pena de castigos como el granizo y el rayo. Este puente colgante construido con una fibra vegetal (ichu) se sitúa en el distrito de Quehue, provincia de Canas en el departamento del Cuzco al sur del Perú. La existencia de este puente data desde la época incaica y su mantenimiento y renovación se realiza mediante un rito ejecutado por las comunidades de Winch'iri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Perqaro.
Fase constructiva del Puente Q´eswachaka
En tiempos incaicos estos puentes eran realizados íntegramente de ichu y troncos atados a una estructura de piedra que era elaborada especialmente para sostener el puente; cada uno o dos años se renovaban las partes de ichu y madera asesorados por un especialista incaico «mitmaq».
Estas estructuras no perdieron vigencia en el periodo colonial, puesto que eran más resistentes a terremotos que las estructuras de piedra.
Ritual de renovación
El ritual de renovación del puente Q'eswachaca se realiza mediante un modelo de trabajo que data de tiempos incaicos denominado «Minka». Éste trabajo tiene diversas actividades rituales y festivas que duran 4 días, y por lo general se inicia el segundo domingo de junio.
El primer día se celebra un rito al «apu Quinsallallawi», este rito se realiza durante el amanecer; mientras esto sucede se acopia el «qoya ichu» que luego se trenza en soguillas denominadas «q'eswas», la actividad del trenzado la realizan las mujeres bajo la supervición de un «chakaruwak» o especialista.
Mujeres incas retorciendo tejido de las estructuras laterales del puente
Durante el segundo día se desarma la estructura de ichu del puente viejo, se sacan los clavos de piedra que sostienen el puente y se colocan 4 sogas que son la base de la estructura del puente nuevo. El tercer día se terminan los pasamanos y la superficie por donde se caminará. Finalmente al cuarto día se festeja con danzas y mucha comida típica, dado que el trabajo comunal siempre fue considerado como día de fiesta por los ancestros peruanos. Cuentan que hace una década, el puente no pudo ser renovado por el desgaste de las bases de piedra. En esta ocasión estos campesinos sufrieron a continuación una granizada, fortaleciendo las creencias divinas incas.
Puente Q´eswachaka
Obsoleto hoy día tras la edificación hace medio siglo de una obra cercana más moderna, el evento continúa reuniendo, cada mes de junio, a cerca de un millar de herederos del imperio inca obligados a tomar el relevo para poder escapar de las penas divinas. A continuación os dejamos con un interesante documental sobre el proceso constructivo del último puente de cuerda inca:
Si os ha gustado este post seguramente le interesen estas otras Ingrenovables entradas: